martes, 21 de septiembre de 2010

Antiguo Régimen

Sobre la argumentación del origen divino del poder de los reyes en el Antiguo Régimen, que esta mañana comentábamos en 4º C y 4º D, os dejo un  texto de Bossuet, de La política sacada de la Sagrada Escritura, libro II, de 1679. En la próxima clase contrapondremos esta opinión a la crítica que hacen los ilustrados de la monarquía absoluta. Es muy corto así que, ánimo:
Dios establece a los reyes como sus ministros y reina a través de ellos sobre los pueblos (…) Actúan pues, como ministros de Dios y son sus lugartenientes en la Tierra.(…) Sin su autoridad absoluta el rey no podría hacer el bien ni reprimir el mal. Es preciso que su poder sea tal que nadie pueda esperar escapara a él (…) Cuando el príncipe ha juzgado ya no hay otro juicio. Los juicios soberanos se atribuyen a Dios mismo.
(…) En un Estado sólo el príncipe debe estar armado. De otro modo, todo está en confusión y el Estado cae en la anarquía (…). No hay mejor que dejar todo en poder del Estado a aquel que tiene más interés en la conservación y en la grandeza del propio Estado.

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