viernes, 29 de octubre de 2010

De símbolos II

Día de exámenes con los cuartos, espero que haya ido bien. Aunque me queda claro qué es lo que recordáis... aunque no esté en el libro:

- Profesora, ¿hace falta que te pongamos por qué se llama la Guerra de las Naranjas?
- No, no hace falta.
- Da igual yo te lo pongo.


Corrigiendo exámenes...



Estuvimos la semana pasada analizando algunos de los símbolos de la Revolución francesa que actualmente siguen siendo emblema distintivo de los franceses, entre otros, la bandera, el día nacional y el himno. Nos quedaremos hoy con este último.
Ya escuchamos en clase La Marsellesa y, solo si entendemos la situación internacional por la que atravesaba Francia desde abril de 1792, podremos comprender la letra del himno. Es un canto a la lucha por la patria, a defender la revolución a morir por ella. Os dejo un par de curiosidades sobre el himno: sobre el origen de su nombre y sobre su compositor.

Claude-Joseph Rouget de Lisle, capitán de ingeniería en la guarnición de Estrasburgo, compuso este aire durante la noche del 24 al 25 de abril de 1792, a petición del alcalde de dicha ciudad. El canto, titulado Chant de guerre pour l'armée du Rhin (Canto de guerra para el ejército del Rin), se difundió en el país. Un general del ejército de Egipto, François Mireur, quien había acudido a Marsella con el fin de preparar la marcha conjunta de los voluntarios de Montpellier y de Marsella, lo presentó con el título de Chant de guerre aux armés aux frontières (Canto de guerra para los ejércitos de las fronteras). Las tropas marsellesas lo adoptaron entonces como cantar de marcha. Lo entonaron al entrar en París, el 30 de julio de 1792, y los parisinos lo bautizan como La Marseillaise.

Fuente: la gaceta de Cyrano 


LA MARSELLESA

El himno más famoso del mundo nació de un famoso momento de la historia universal. Pero también nació de la mano que lo escribió y de la boca que por primera vez lo tarareó: la mano y la boca de su nada famoso autor, el capitán Rouget de Lisle, que lo compuso en una noche.
 Dictaron la letra las voces de l acalle, y la música brotó como si el autor la hubiera tenido adentro, desde siempre, esperando salir.
Corría el año 1792, horas turbulentas: las tropas prusianas avanzaban contra la revolución francesa. Arengas y problcamas alborotaban las calles de Estrasburgo:
- ¡A las armas, ciudadanos!

En defensa de la volución acosada, el recién reclutado ejército del Rin partió hacia el frente. El himno de Rouget dio brío a las tropas. Sonó, emocionó; y un par de meses después reapareció, quién sabe cómo, en la otra punta de Francia. Los voluntarios de Marsella marchaaron al combate entonando esa canción poderosa, que pasó a llamarse la Marsellesa, y toda Francia le hizo el coro. Y el pueblo asaltó, cantándola, el palacio de Tullerías.

El autor marcó preso. El capitán Rouget era sospechoso de traición a la patria, porque había cometido la insensatez de discrepar con doña Guillotina, la más afilada ideóloga de la revolución.
Por fin, salió de la cárcel. Sin uniforme, sin salario.
Durante años arrastró su vida, comido por las pulgas, coorido por la policía. Cuando decía que él era el papá del himno de la revolución, la gente se le reía en la cara.

Eduardo Galeano, Espejos.



Una curiosidad más que encontré preparando la entrada: debido al alto desconocimiento del himno entre muchos jóvenes franceses, la ley Fillon para la reforma de la educación adoptada en marzo de 2005, incluye la obligación del aprendizaje de la Marsellesa en la educación infantil y primaria.  Pues tiene una letra como para que la aprendan en infantil. No sabrán ni lo que cantan… pero que lo canten.


3 comentarios:

Paula G dijo...

Hola Martaaa!!!

Me encanta la entrada, definitivamente me gusta.
El texto de Galeano me suena mucho, me parece que ya me lo había leído, pero ahora no estoy segura...;P. Me encantan esos textos, hay uno q me gusta especialmente de la Revolución francesa "La revolución perdió la cabeza" (ya lo pusiste el año pasado :D). Y bueno, este texto, ¿qué voy a decirte? que me gusta, como muchos otros. Con respecto al otro, es interesante, no sabía exactamente de donde precedía el nombre del himno.

La verdad es que cuando el año pasado leímos la Marsellesa y vimos su significado me quedé bastante descolocada, pero es cierto que como himno y símbolo revolucionario está muy bien, pero al principio impacta, jajaja. Además, yo creo que los niños de infantil entenderán muy bien esta letra, y si le explicas la Revolución francesa también!!
Y tengo que confesar que este himno ya me lo sé de memoria, lo tengo en el Ipod y lo escucho a veces, pero yo no lo puse ahí, se pudo solo!!!

Y por cierto, ¿la Guerra de las Naranjas...? Pues yo sí que no sé porque se llama así... Y veo que hay gente como yo en todas partes, que explican las cosas aunque no tengan que hacerlo. Es solo por sentirse bien con uno mismo y demostrar que lo sabe, aunque después te faltan 10 minutos para acabar el examen :P.

Hasta luego!!

Oscar dijo...

Hola Marte.

Primero darte las gracias por publicar cosas como esta. Para la gente curiosa como yo, es muy agradable.

También, comentar que en mi manera de ver las cosas, ese himno fue el combustible que les hacía falta para ganar al ejercito Prusiano y que es una injusticia que más tarde no se le reconozca el autor aunque bien es cierto que el himno salió solo, con la gente de la calle.

Bueno, y nada, volver a darte las gracias y nos vemos el miércoles en el examen.

__________

Oscar

Marta K dijo...

Paula, hola.

Tú siempre fiel a Galeano ;p. Efectivamente el fragmento de “Y la Revolución perdió la cabeza” también me gusta bastante pero como bien recuerdas lo puse el año pasado en el Compartim, así que por cambiar un poco y como en realidad el objetivo era hablar del himno me decanté por este.
Me imagino a la pobre maestra de infantil explicando en clase términos como degollar y tiranía, que una sangre impura empape nuestros surcos… Pero la letra no es gratuita ya lo dijimos, tiene un objetivo y un contexto muy concreto, claro y fácil de entender para los niños... Llevo dos semanas tratando que mis alumnos de cuarto entiendan qué está defendiendo la Francia revolucionaria y de qué tienen “miedo” las potencias absolutistas y no las tengo todas conmigo de que lo haya conseguido con todos...
Nos vemos Paula, y ¡controla el tiempo de los exámenes!


Hola Oscar, bienvenido a los comentarios.

En primer lugar de nada por las entradas del blog, a los profesores también nos anima tener alumnos curiosos y sois unos cuantos así que, para mí es un placer.
Por cierto creo que tienes mucha razón, como arenga para las tropas, la letra del himno es perfecta y ese es el objetivo con el que se escribe. Y también es cierto lo que dices, es posible que sea una injusticia que se olvide al autor, pero fue un movimiento popular el que pone en primera plana de nuevo al himno. Tal vez lo más curioso es como acaba sus días Rouget de Lisle, pero no era el primero ni el último al que se le reconocerá su obra de manera póstuma.

Nos vemos el miércoles, ánimo.