jueves, 11 de noviembre de 2010

Stanbrook

Ayer en el 4ºE acabé hablando con mis alumnos del libro que están leyendo en valenciano L’ultim vaixell. No recuerdo exactamente qué referencia hice cuando vi sonrisas de complicidad entre ellos y algún comentario de cierta sorpresa… “como en el libro de valenciano”. Por lo que me comentaron el libro, que no he leído pero leeré, narra la historia de una niña y su abuela que llegan al puerto de Alicante en marzo de 1939, últimos días de la guerra civil, junto con miles de republicanos en busca de una última oportunidad de salir hacia el exilio. Lo que más me sorprendió es que alguien llegó a comentar que pensaba que se trataba de una historia ficticia.

En marzo de 1939 se viven los últimos momentos de la guerra civil que había comenzado casi tres años antes con el alzamiento militar franquista contra el gobierno de la IIª República española. Más de 20.000 republicanos se llegaron a concentrar en el puerto de Alicante esperando la llegada de algún barco que los sacará de la ratonera en la que se había convertido el muelle y poder huir de la represión franquista. Durante ese mes de marzo son varios los barcos que habían salido desde los puertos alicantinos así, a partir del 27 de marzo de 1939, son miles los republicanos que llegan esperando poder embarcar. Sin embargo el día 28 solo había dos barcos atracados en el puerto: el Maritime, que partió con 32 autoridades republicanas y casi vacío la madrugada del día 29 y el Stanbrook que parte con 2.638 tripulantes a bordo «el barco iba lleno hasta el palo mayor. En todos los lugares había alguien; en las bodegas, en el puente y sobre el techo de las cocinas y las máquinas; la línea de flotación estaba sumergida y se empezaba a levantar el ancla. Seguían llegando por miles los desesperados que no cesaban de gritar o llorar...» (Testimonio del dirigente socialista Cruz Merino)


Los que se quedaron en tierra todavía tuvieron una agónica espera hasta el 31 de marzo, desde ese día son trasladados a improvisadas cárceles como el cine Ideal, el castillo de Santa Bárbara, la plaza de toros y el campo de los Almendros. De aquí la mayoría pasó al campo de concentración de Albatera.

Ya llegaremos a estudiar en clase la guerra civil en profunidad, pero por ahora os dejo la foto del Stanbrook.

1 comentario:

Marina Madrid Beltrá dijo...

Qué bonitos tiempos aquellos en los que yo estudiaba historia...

Estos son los barcos que nombraste en repetidas ocasiones los dos cursos pasados, ¿verdad?
Pobre gente... con la esperanza de poder salir del país...
Debio de ser un escenario terrorífico cuando llegaron al puerto los militares franquistas... unos se tiraron al mar para ahogarse, otros se disparaban en medio de la multitud, todo era mejor que te apresaran, pues sabían que si los cogían con vida... la tortura sería muy cruel.
Un saludo,
Marina.